2 de marzo de 2017

La leyenda de los ocho soles

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Esta antigua leyenda nos narra como la Tierra era iluminada por ocho soles, lo cual suponía un verdadero quebradero de cabeza para los habitantes del planeta. Tanto astro rey hacía que la alta temperatura fuera insoportable secando los ríos y echando a perder las cosechas. Ante tan crítica situación los hombres se reunieron para tomar una decisión: había que terminar con siete de los soles, con uno era suficiente. La medida que tomarían sería asustarlos para que el miedo les forzara a apagarse.


Buscaron la destreza del mejor arquero, éste apuntó y disparó una de sus flechas hacía uno de los soles que inmediatamente después se apagó. Los hombres saltaron de júbilo, la idea funcionaba. El arquero siguió disparando al resto de soles que uno a uno se iban apagando pero surgió un grave problema al disparar al séptimo sol, el octavo y último también se apagó debido al miedo de creer que era el siguiente. La Tierra se quedaba en la más absoluta oscuridad, sumida en las tinieblas.
Sin la luz del sol las cosechas se echaban a perder una vez más y los hombres cayeron en la desesperación y poco a poco en la depresión. Debían recuperar a uno de los soles pero éstos después de lo sucedido les tenían un enorme temor. Los hombres volvieron a reunirse una vez más para buscar una solución, tras un largo debate decidieron solicitar ayuda a los animales.

El primer animal que lo intentó fue una vaca que con su mugido llamó a uno de los soles pero no surgió efecto, seguía escondido. El segundo animal fue un tigre que rugió y rugió pero surgió el mismo efecto que con la vaca, es decir, ninguno. Comenzaron a aflorar los nervios entre los hombres que llamaron a un búho. Esta vez si surgió efecto pero no el deseado, apareció una esfera en la oscuridad pero no era ninguno de los soles, era la luna. La luz de la luna no era suficiente por lo que fueron pasando uno a uno todos los animales ante la desesperación de los hombres.
rooster-948405_960_720Llegó el turno del gallo que soltó un poderoso canto haciendo que apareciera un rayo de luz en el horizonte, la constancia del canto hizo que poco a poco uno de los soles fuera elevándose e iluminando el mundo. Gracias a la ayuda de los animales la humanidad se había salvado.
Esta es la razón por la que todas las mañanas los gallos cantan al sol, para que regrese e ilumine el mundo.

Fuente: https://unrinconenlahistoria.wordpress.com/2016/10/03/la-leyenda-de-los-ocho-soles/

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