22 de mayo de 2015

A la luna de Valencia


Es interesante escarbar en el origen y raíces de algunas tradiciones orales con el fin de evitar que terminen desapareciendo. Además, casi siempre resultan atractivas escuchar: hechos, relatos, evocaciones de personajes reales y ficticios que perviven en la memoria de un pueblo y que además, de alguna forma les describe.

En muchas ocasiones repetimos frases hechas que desconocemos qué significaron en su origen. Frases como: ‘el hombre del saco’, ‘una noche toledana’, ‘’estar entre Pinto y Valdemoro, ‘poner una pica en Flandes’, ‘estar en Babia’…
Y es en la transmisión oral donde se encuentran recuperados hechos o circunstancias de épocas pasadas.

Quedarse a la luna de Valencia.Una frase que puede escucharse en diferentes situaciones y que puede significar que alguien ha puesto todo su empeño en conseguir un determinado objetivo y no lo ha podido alcanzar. Aunque repasando su origen es muy posible que este significado se haya desvirtuado. 

Una tradición oral que puede referirse a la guerra contra la invasión francesa aunque según los investigadores puede llegar a tener diferentes orígenes.

Uno de ellos se remonta a cuando Valencia se encontraba amurallada. Al anochecer todas las puertas de la muralla se cerraban, excepto una de ellas, hoy desaparecida, que se llamaba del Real. Esta entrada se encontraba enfrente del Puente Real.

La Puerta del Real era la última que se cerraba y solamente el virrey tenia poder para retrasar este hecho por algún acontecimiento. Los caminantes y comerciantes que llegaban a Valencia y ya no podían entrar, debían quedarse a pasar la noche a la intemperie hasta que se volvieran a abrir con las luces del alba. Por eso se decía que se habían quedado ‘a la luna de Valencia’.

Pero hubo excepciones a estos cierres al atardecer. En 1862 por motivos de una representación teatral dentro de la ciudad se mantuvieron abiertas para que saliera todo aquél que no vivía dentro de las murallas.

Y los que se ‘quedaban a la luna de Valencia’ tenían por costumbre reunirse en una placeta donde entablaban animadas tertulias. Lo que nos hace llegar a imaginar que muchos preferían quedarse fuera a pasar la noche. Esta plaza era redonda como lo es la luna llena. La llamaron la Placeta de la lluna.

Otra de las versiones de su origen se centra en el momento de la expulsión de los moriscos del Reino de Valencia. Debían hacerlo en un plazo máximo de tres días. La única salida de todos estos habitantes era llegar a las playas de Valencia para embarcarse hacia la costa africana.

El gran problema fue que no existían tantas embarcaciones como personas expulsadas. Así que muchas familias debieron quedarse durante semanas pasando la noche a la intemperie esperando que llegara su barco. Lo más terrible de esta tradición oral es que muchos de ellos ya no partieron porque fueron presa de los ladrones que vieron una forma fácil de robarles todas sus pertenencias y quitarles la vida.


Otra de las versiones se remonta a cuando los barcos intentaban llegar a la costa valenciana y el mar no les dejaba llegar acercarse por lo que tenían que pasar la noche en alta mar, a la luna de Valencia, hasta que el temporal amainara. 


Fuente: http://www.elcaminodemarian.com/2015/02/antiguas-tradiciones-orales-quedarse-la.html#morehttp://www.elcaminodemarian.com/2015/02/antiguas-tradiciones-orales-quedarse-la.html#more

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